La restauración y recuperación del brillo en GRANITO NATURAL, una de las rocas más duras que hay en la naturaleza, se logra a partir de materiales y equipos exclusivos, además de la maestría del pulidor que se ha especializado en la aplicación de las técnicas propias del manejo de este material noble y resistente.

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Frecuentemente se le confunde con el mármol, pero se trata de un piedra ornamental diferente, con un origen geólógico y composición mineral distintos. La caracterizada una alta dureza, lo que hace que la forma de tratarla también sea muy especializada.

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La cristalización hace referencia al tratamiento por el cual se logra un acabado reluciente, con elevados niveles de brillo que sorprenden gratamente y generan sensaciones agradables de claridad y pulcritud en los espacios. 

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Las características del cristalizado son:

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• Altos niveles de brillo permanente (Brillo de espejo)

• Resistencia al deslizamiento (antideslizante)

• Durabilidad (muy superior a la de cualquier otro sistema)

• Mínimo mantenimiento

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El mejor resultado en el brillado del granito natural se logra cuando este procedimiento se acompaña de un mantenimiento previo en el que se corrige el deterioro que con el uso haya acumulado el material. Esto hace que las necesidades en pisos, escaleras y mesones sean distintas en cada caso e igualmente se hace evidente que dicho mantenimiento es clave en la calidad del trabajo, inclusive es donde más tiempo y esfuerzo se invierte porque es cuando realmente se hace la restauración del granito.

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Entonces podemos decir que la cristalización no es solo brillo, más que eso es un proceso completo, un mantenimiento sin polvo que incluye dos fases:

 

1.   Primera fase: Restauración libre de polvo

 

¿Qué puede incluir? Según el caso particular, pueden ser uno o varios de los siguientes procedimientos: decapado o eliminación de ceras, selladores y mugre, resanes de huecos, resanes de grietas, limpieza de juntas o corrección de desemboquilles, pulida específica para manchas penetradas, pulido localizado de rayones profundos, limpieza de los guarda escobas con crema para lustrado de piedras lapídeas y la pulida general o diamantado del granito con la cual se elimina el desgaste de la textura pulida que causa el tráfico y se renueva la piedra.

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2.   Segunda fase: Cristalización o brillado

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Después de restaurar la superficie se procede entonces con la cristalizada. Este procedimiento consiste en el brillado mecánico del material con una serie de pulidas que permiten obtener una textura cada vez más fina y radiante. Finalmente este brillo se consolida y homogeniza  químicamente.

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El resultado es impactante, el material adquiere una gran capacidad reflectante de la luz y esto es lo que se percibe como brillo.